No soy amiga ni simpatizante de los Estados Unidos, ni de los estadounidenses, ni de las americanadas, y ese fue precisamente uno de los motivos por los que viajé al viejo continente, para reconciliarme con ellos... pero no... 8 horas de avión (más los traslados y el cambio horario, total un montón de horas) y siguen sin simpatizarme. Masoquismos a parte, es cierto que es un viaje de esos que todo el mundo debería hacer una vez en la vida, una especie de viaje a la Meca del capitalismo para que te de más asco del que ya le pudieras tener, para comprobar que no hay nada como la tierra de uno, para echar de menos el puchero, el salmorejo y el flamenquín cordobés, para llorar saboreando un bocata de jamón a la vuelta y echar de menos el sonido del castellano en boca de un español.
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Vista del downtown, con el Empire, desde el Rockefeller |
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Patio de Vélez Blanco en el interior del Met |
El museo más impactante para mí fue el Metropolitan, por su enormidad, tanto en continente como en contenido; reconozco que me deslumbré nada más entrar y hasta que mis ojos y mi cerebro no se acostumbraron a ver tanta obra de arte junta no pude reaccionar debidamente. Durante la primera hora mi dedo no se despegaba del botón de disparo de la cámara y barria con ella todas las vitrinas, paredes y techos por los que pasaba. Efectivamente, dejaban hacer fotos de todo, cosa que también me sorprendió sobremanera, acostumbrada al famoso "fotos no" de los museos españoles. Pero poco a poco empecé a tomar conciencia de donde estaba y de lo que estaba viendo, y empecé a indignarme... así soy yo, paso de un estado de euforia a otro de indignación en cuestión de un segundo, pero es que ¿cómo puede ser que en el Met se pueda pisar un auténtico patio de un palacio renacentista español? ¿y cómo han reunido tantisimas piezas del antiguo Egipto? por no hablar de las de Afríca y Oceanía... y eso que no me dió tiempo a ver mucho más en unas 6 horas que estuve dentro...
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A pesar de todo, el Met es el museo más fantástico que he visto en mi vida... pero sigo pensando que es mucho mejor viajar a Egipto...
Sonia que estupenda crónica de tu viaje, y como coincido con tu forma de pensar. Pienso que en todo, salvo en conocer ese sitio en el que no he estado y en el que supongo no ir nunca. Mis viajes son con Google Earth y el Street View, pero me han permitido conocer de primera mano muchas cosas, incluso las más peregrinas y curiosas. También están las páginas interactivas de los museos y se pueden ver, claro no es lo mismo. Los viajes que nos esperan a nosotros, si el capitalismo feroz que ya se está mordiendo a si mismo, de estos reconservadores ultras, son los del Imserso: Mallorca, Benidorm y compañía. Te reitero mi felicitación por tu crónica, me alegra que hayas "disfrutado" de ese viaje, y sobre todo lo que más tener una idea somera de como piensas, por lo menos respecto a esta familia, que tienen de todo menos de los que le sobra a Espejo, por poner algún rincón de nuestra tierra, historia. Un beso
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