En este blog aparecen algunas imágenes que encuentro por internet que,normalmente, son acompañadas del nombre de su creador. Sólo intento transmitir mi amor por el Arte, pero si alguien no quiere que aparezcan sus imágenes aquí sólo tiene que decírmelo e inmediatamente serán retiradas.

martes, 17 de junio de 2014

UNOS CUANTOS PIQUETITOS: BREVE ANALISIS

     Junto a la necesidad de expresión de su mundo interior, también existe una Frida comprometida con el mundo que la rodea. Estamos acostumbrados a ver cómo la artista plasmaba en sus dibujos y lienzos sus angustias personales, su malograda salud, su soledad, su tristeza; pero tras esas obras se esconden preocupaciones mucho más universales que abarcan desde la política (defendiendo el comunismo frente al imperialismo estadounidense) hasta el feminismo (no como ideología, sino como divulgadora de temas de mujeres y para mujeres).
      El artista como ser político, debía estar siempre alerta ante los sucesos que lo rodeaban y responder con su trabajo, es decir, implicarse de la mejor forma que sabía con una realidad siempre plagada de hechos denunciables, ya fuera algo que afectara a un país entero o algo más particular que afectara a una única persona, a la mujer en este caso; se puede decir que Frida es una de las primeras artistas del siglo XX en plasmar el drama de la violencia de género, término éste muy actual, pero que esconde una realidad de siglos de existencia. “Unos cuantos piquetitos” (1935), se basa en una notica que Frida leyó en un periódico local: una mujer había sido asesinada por celos y en su defensa el hombre declaró “sólo fueron unos cuantos piquetitos”. El impacto por la crueldad implícita en estas palabras hizo que, una vez más, la ira fuera vehículo para su pintura. La sangre es la auténtica protagonista del cuadro, que incluso invade el marco, lo que cuantitativamente se opone a la leyenda escrita encima de la escena. Pero si brutal y atroz parece esta imagen, mucho más inhumano y sádico es el dibujo preparatorio, donde se representa al hijo de la mujer, que fue testigo del asesinato; podemos suponer que su decisión de eliminarlo de la obra definitiva responde al hecho de que ya había sido un suceso lo suficientemente espantoso como para añadir más morbo y se limitó a hacer hincapié en la crueldad de las palabras del hombre.

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