En este blog aparecen algunas imágenes que encuentro por internet que,normalmente, son acompañadas del nombre de su creador. Sólo intento transmitir mi amor por el Arte, pero si alguien no quiere que aparezcan sus imágenes aquí sólo tiene que decírmelo e inmediatamente serán retiradas.

miércoles, 26 de marzo de 2025

Y mientras construían las pirámides de Egipto... qué hacíamos en España?

Tholoi de El Romeral, en Antequera
    Las comparaciones, dicen, son odiosas y es mejor no dejarse llevar por ellas porque siempre hay una parte que sale perdiendo; pues bien, en lo que respecta compararse con el magnífico Egipto, siempre se sale perdiendo, como ya os podéis imaginar... Mientras los antiguos egipcios planeaban cómo pasar a la eternidad durante el tercer milenio antes de Cristo, la Península Ibérica estaba pasando por el Calcolítico, aunque no había un desarrollo homogéneo ni en la península ni a nivel europeo, ya que en algunas zonas todavía se encontraban en la etapa final del Neolítico. No pretendo menospreciar este período de nuestra prehistoria, porque a decir verdad supuso un gran avance a nivel tecnológico y cultural, sin embargo, no encontramos grandes construcciones que puedan compararse con las pirámides, sino enterramientos colectivos en tholoi o en cuevas artificiales. Se puede simultánear con las pirámides (según la cronología que se maneje) la construcción del dolmen de Menga, un sepulcro megalítico de corredor que nos transporta a otra dimensión; el tholoi de El Romeral, con una espectacular bóveda realizada por aproximación de hiladas; y, como no, el poblado de los Millares, cuyas murallas concéntricas nos cuentan que estaban más interesados en seguir vivos que en prepararse para la muerte...

Recreación de los Millares (Miguel Salvatierra)

 
Vivíamos con una economía basada en la agricultura y ganadería, completada con la cacería, y la metalúrgia se centraba sobre todo en el sur, donde la llegada del cobre mejoró sustancialmente las actividades básicas de subsistencia, haciendo que aumentara la producción de alimentos y provocando a su vez una mayor complejidad en las relaciones sociales; se pasa de una economía de subsistencia a una especialización en la producción agrícola y ganadera, así como en otros ámbitos como la cerámica. Pero este desarrollo no fue igualitario y depende de otras factores según al región. Los pequeños poblados típicos de estas culturas prehistóricas fueron creciendo en número de habitantes, principalmente en el valle del Nilo, pero... ¿por qué?
Idolo oculado (M.A.N.)


    El claro culpable de ésto fue el Nilo. De manera natural, Egipto tenía kilómetros y kilómetros de terreno fértil cultivable, lo que atraía a miles de personas a sus orillas buscando, no solo sustento, sino unos excedentes que podían comercializar, con el consiguiente aumento de la riqueza, las diferencias sociales y, un factor diferenciador para el desarrollo de esta civilización: tiempo libre.

Riberas del Nilo en la actualidad
    Hay que entender este tiempo libre como tiempo que no tenían que estar cultivando, arando, recolectando, cazando, en definitiva, no estaban en exclusiva entregados a la subsistencia, como si tenían que estar nuestros antepasados ibéricos, sino que el período natural de las cosechas les permitía dedicarse a otros menesteres, por ejemplo, la construcción de monumentos. Afortunadamente, ya está más que superada la idea del empleo de esclavos como fuerza principal de trabajo, siendo obreros contratados, con mayor menor grado de especialización, los encargados de levantar estas maravillas que, aún hoy, nos fascinan. De esta manera, la mayoría de estos obreros, eran campesinos "desocupados" entre los meses que trascurrían entre la siembra y la recolección.

    Mientras que, por nuestras latitudes, seguíamos en la prehistoria, Egipto ya había empezado su Protohistoria, en torno al 3000 a.C., con la unificación del valle del Nilo y la aparición de las primeras Dinastías.