
Entre el arcaismo y la modernidad surge, de manos de Miquel Barceló, el retablo de la Capilla Mayor de la Catedral de Palma de Mallorca, a caballo entre Altamira y Pollock, haciendo del "innoble" material de la arcilla instrumento de lo divino, representando el milagro de los panes y los peces y la transformación del agua en vino, durante las bodas de Caná. Barceló aprovecha para realizar una representación de la fauna marina, de explendor expresionista, enfrentad
o a un escenario terrestre tomando las palmeras como referentes, y en el centro un Cristo Resucitado que muestra las señales del martirio. El retablo cubre la capilla gótica, aprovechando sus alargados y puntiagudos vanos para esta genial escenografía en la que formas, colores y texturas, conviven en una única unidad de expresión.

Esto sólo ha venido a confirmarme que las mejores experiencias no son las que se buscan, sino las que se encuentran...Gracias por ponerlas en mi camino...