
Como artista frustada que soy, intento consolarme...como puedo... Si tu también lo eres, si te gusta algo de lo que lees aquí, si quieres hacerme alguna crítica (constructiva por favor) o quieres aportar algo a alguna entrada, tus comentarios serán bien recibidos :)
sábado, 26 de diciembre de 2009
MI BESO

sábado, 12 de diciembre de 2009
LAS VIRTUDES CONVERTIDAS EN MELODIAS
Dale al play y escucha...se titula "Humildad":
Nunca he entendido de música, simplemente me gusta o no me gusta, y quizás por eso no me llama la atención la música clásica. No se si Wim Mertens se considera música clásica, melódica o de ascensor, ni siquiera se si este hombre se ha hecho rico tocando el piano o si su maestría está enterrada en algún aula de algún conservatorio del mundo, pero si se que me gusta...qué digo me gusta...me encanta!
Lo descubrí hace años entre los cassettes de mi hermano y empezé a usarlo como banda sonora de mis horas de estudio nocturnas. El disco se llama After Virtue y está formado por ocho melodías: Justicia, Prudencia, Templanza, Coraje, Humildad, Fe, Esperanza y Caridad. Vuelvo a repetir que no tengo ni idea de música, pero si lo escucho con los ojos cerrados, puedo sentir el significado de cada una de esas palabras en mis oidos...
martes, 8 de diciembre de 2009
DESDE MI TORRE


SOBRE LO QUE NUNCA ESCRIBIRÉ

lunes, 7 de diciembre de 2009
MIS MOMENTOS
jueves, 3 de diciembre de 2009
SOBRE GUSTOS SI QUE HAY ALGO ESCRITO...

miércoles, 2 de diciembre de 2009
martes, 1 de diciembre de 2009
YO TAMBIEN ODIO LA NAVIDAD
Para más recochineo soy un compendio de ateismo, escepticismo, agnosticismo, paganismo, y en general todo lo que termine en -ismo (que significa doctrina, movimiento, actitud...), sufijo creado por los brillantes griegos antiguos, que en su brillantez no celebraban la dichosa Navidad.
Yo, como todos, me dejo embaucar (conscientemente para mi vergüenza) e intento llevarlo lo mejor que puedo aferrándome a una realidad aún más cruda que aguantar las fiestas navideñas : "Todo llega y todo pasa, pero lo nuestro es pasar..."
...y comienza la cuenta atrás...
martes, 24 de noviembre de 2009
LIGAMENTACIONES


domingo, 15 de noviembre de 2009
CASTILLOS...Belalcázar
Su Historia arranca en el siglo VIII con la dominación musulmana, donde las crónicas le dan al pueblo el nombre de Gafiq y más tarde Gahete. Su apariencia de palacio-fortaleza data del siglo XV con Don Gutierrez de Sotomayor, tercer conde de Belalcázar. Imaginaos lo impresionante que tuvo que ser el edificio terminado que cambiaron el nombre del pueblo a Bel-Alcazar, o bello Alcázar.

Es de planta romboidal, con ocho torres en las esquinas coronadas por adarves y almenas ( en su mayoría caídas y esparcidas por el suelo).


Quedan restos en su perímetro exterior del foso que defendía esta fortaleza (si..si...como en las pelis...), ya de por sí practicamente inexpugnable, y una torre albarrana de tradición árabe donde pude hacer la cabra montesa como a mi me gusta (con la desinteresada ayuda de mi amigo Rafa, sin la que ahora mismo podría estar escribiendo esto desde el hospital ).

No puedo dejar de mencionar lo que a mí me llenó de curiosidad y acercó mi alma de Historiadora del Arte a esa época bajomedieval. La magia que me transmiten esas máquinas del tiempo que son las piedras, se materializó en ellas mismas, a través de cientos de símbolos que siglo tras siglo siguen grabadas en cada una de ellas, como marcas de fábrica, marcas de las canteras de donde provenía cada bloque que contribuyó a erigir tan rotundo conjunto señorial. Aquí os muestro algunas de esas "marcas de fábrica".



sábado, 7 de noviembre de 2009
EL LLANTO DEL DESIERTO (o el loco del desierto...dedicado a otro loco)

"En cuanto llegó a Marrakech, el misionero decidió que todas las mañanas daría un paseo por el desierto que comenzaba tras los límites de la ciudad.
En su primera caminata, vió a un hombre estirado sobre la arena, con la mano acariciando el suelo y el oído pegado a tierra.
“Es un loco”, pensó.
Pero la escena se repitió todos los días, por lo que, pasado un mes, intrigado por aquella conducta extraña, resolvió dirigirse a él. Con mucha dificultad - ya que aún no hablaba árabe con fluidez-se arrodilló a su lado y le preguntó:
- ¿Qué es lo que usted está haciendo?.
- Hago compañía al desierto, y lo consuelo por su soledad y sus lágrimas.
- No sabía que el desierto fuese capaz de llorar.
- Llora todos los días, porque sueña con volverse útil para el hombre y transformarse en un inmenso jardín, donde se puedan cultivar las flores y toda clase de plantas y cereales.
- Pues dígale al desierto que él cumple bien su misión -comentó el misionero. - Cada vez que camino por aquí, comprendo mejor la verdadera dimensión del ser humano, pues su espacio abierto me permite ver lo pequeños que somos ante Dios.
Cuando contemplo sus arenas, imagino a las millones de personas en el mundo que fueron criadas iguales, aunque no siempre el mundo sea justo con todas. Sus montañas me ayudan a meditar. Al ver el Sol naciendo en el horizonte, mi alma se llena de alegría, y me aproxima al Creador.
El misionero dejó al hombre y volvió a sus quehaceres diarios. Cual no fue su sorpresa al encontrarlo a la mañana siguiente en el mismo lugar y en la misma posición.
-¿Ya transmitió al desierto todo lo que le dije?- preguntó.
El hombre asintió con un movimiento de cabeza.
- ¿Y aún así continúa llorando?
-Puedo escuchar cada uno de sus sollozos. Ahora él llora porque pasó miles de años pensando que era completamente inútil, desperdició todo ese tiempo blasfemando contra Dios y su destino.
-Pues explíquele que, a pesar de que el ser humano tiene una vida mucho más corta, también pasa muchos de sus días pensando que es inútil. Rara vez descubre la razón de su destino, y casi siempre considera que Dios ha sido injusto con él. Cuando llega el momento en que, finalmente, algún acontecimiento le demuestra por qué y para qué ha nacido, considera que es demasiado tarde para cambiar de vida, y continúa sufriendo. Y, al igual que el desierto, se culpa por el tiempo que perdió.
-No sé si el desierto me escuchará -dijo el hombre- El ya está acostumbrado al dolor, y no consigue ver las cosas de otra manera.
-Entonces vamos a hacer lo que yo siempre hago cuando siento que las personas han perdido la esperanza. Vamos a rezar.
Ambos se arrodillaron y rezaron; uno se giró en dirección a la Meca porque era musulmán, el otro juntó las manos en plegaria porque era católico. Cada uno rezó a su Dios, que siempre fue el mismo Dios, aunque las personas insistieran en llamarlo con nombres diferentes.
Al día siguiente, cuando el misionero retornó su caminata matinal, el hombre ya no estaba allí. En el lugar donde acostumbraba a abrazar la arena, el suelo parecía mojado, ya que había nacido una pequeña fuente. En los meses subsiguientes, esta fuente creció y los habitantes de la ciudad construyeron un pozo en torno a ella.
Los beduinos llaman al lugar “Pozo de las Lágrimas del Desierto”. Dicen que todo aquel que beba su agua conseguirá transformar el motivo de su sufrimiento en la razón de su alegría , y terminará encontrando su verdadero destino."
Paulo Coelho
lunes, 2 de noviembre de 2009
CASTILLOS...Alcaudete


Aunque mi intención es visitar las fortificaciones, ruinas y sitios más emblemáticos de la provincia de Córdoba, he optado por ir entrando en materia en la vecina Jaén, en Alcaudete para ser más exactos, puesto que su fortaleza, muy bien conservada todo hay que decirlo, me observaba desde lo alto tantas y tantas veces que he ido camino de Granada, y atraía mi mirada insolente, deseando estar junto a sus piedras...Merece la pena la visita, aunque solo sea por el placer de pasear a su alrededor, contemplando sus paramentos, sus torres, sus bastiones, el lecho rocoso sobre el que se asienta...

REFLEXIÓN
Espero no ser la única persona que haya tenido estos pensamientos, no quiero ser un bicho raro (aunque por otro lado, ¿qué hay de malo en ser un bicho raro?). Tampoco quiero ofender a tantos y tantos escritores que son alabados y admirados diciendo que sus escritos no son del todo fiables en cuanto a significación se refiere. En este momento se me ocurre pensar en otras manifestaciones de almas con inquietudes artísticas, considerando como artísticas aquellas que reflejan cualidades intrínsecas del sujeto creador, esto es, sentimientos, emociones, experiencias, sensaciones, impresiones, etc. Además del escritor que se enfrenta al folio en blanco, se puede hablar del escultor, del compositor, del orfebre, del actor, en cuanto que el primero se enfrenta a una pella de barro, el segundo a un instrumento silencioso, el orfebre a simple materia, el actor a un personaje inexistente. Por analogía, ¿podríamos decir que estos artífices sienten “miedo” ante el reto que supone la creación? Pensémoslo… El escritor, sentado cómodamente en su silla, frente a su escritorio, con su pluma favorita, en una habitación acogedora, se siente perdido en la blancura del papel. El escultor, el compositor, el orfebre, el actor, también deben sentirse perdidos ante una realidad informe, pasiva, e inexpresiva que ellos están llamados a metamorfosear en una realidad configurada, activa y expresiva, en definitiva viva. Un manuscrito nunca podrá tener el vigor y la viveza de una escultura, por muy realista y expresiva que la redacción quiera ser. Una escultura esta viva en su inercia. Por supuesto no hablo de su faceta física, sino de su lado mas humano, si se me permite decirlo así. Las características humanas que nos atañen a este respecto son dos: los sentimientos y la expresividad, y creo que estamos de acuerdo en que ninguna de ellas se lleva bien con las palabras. Los sentimientos son experiencias personales que no se comportan de igual manera en todos los seres humanos, por lo tanto es quimérico pretender definirlos; la expresividad es un afortunado don que nos permite incluso comunicarnos sin palabras (recordemos las “conversaciones” que un mimo tiene con su publico). En este punto debo hacer un inciso para alabar a la “niña bonita” de la literatura: la poesía. Tanto los sentimientos como al expresividad de las que antes hablaba tienen cabida en la poesía utilizando como instrumento la palabra, pero no la palabra lingüística, con su significante, su significado y sus reglas, sino la palabra poética, esto es, la palabra evocadora, que no está sujeta a objetividades sino que deambula libremente entre imágenes espirituales, propias del alma humana en su sentido más platónico. Todos podemos experimentar nuestras propias “imágenes espirituales”, pero se nos hace muy difícil transmitirlas a pesar del amplio abanico de posibilidades comunicativas de que disponemos nos hemos puesto limites expresivos confiriendo primacía a la palabra, ya sea escrita o hablada. Imaginemos que vamos de viaje a un país extranjero, pongamos Italia, por mucho que quieran explicarnos como es la Basílica de San Pedro en el Vaticano hasta que no estemos delante de ella no podremos sentirla ni experimentarla, aunque nuestro interlocutor fuera un afanado narrador. A este respecto es muy afortunada la siguiente cita de Leonardo da Vinci: “inscribid en cualquier lugar el nombre de dios y colocad enfrente una persona que lo represente, veréis cual de los dos será más respetado”. Pienso que solo un artista tan grande como él pudo llegar a esta resolución tan evidente y tan ignorada a la vez, aunque a lo largo de nuestra historia universal ha sido una verdad aprovechada y en otros casos temida. Recordemos que la iglesia durante el siglo XVI manejó las imágenes directamente para intentar salvarse del protestantismo imponiendo una iconografía y temática católica alejada de las corrientes reformistas. Mientras, otras culturas presintieron el poder de las imágenes y las rechazaron como ocurrió en el Islam o durante la crisis iconoclasta bizantina.
¿Se podría llegar a la conclusión de que “una imagen vale más que mil palabras? Sigo reflexionando…