En este blog aparecen algunas imágenes que encuentro por internet que,normalmente, son acompañadas del nombre de su creador. Sólo intento transmitir mi amor por el Arte, pero si alguien no quiere que aparezcan sus imágenes aquí sólo tiene que decírmelo e inmediatamente serán retiradas.

miércoles, 3 de marzo de 2010

UNA VISION SOBRECOGEDORA

Soy consciente de que no soy nada original queriendo escribir sobre la Capilla Sixtina; existen kilómetros y kilómetros de páginas opinando y escudriñando cada centímetro de los frescos que han acercado a Miguel Angel al gran público, pero no puedo escapar de la necesidad de contar mi experiencia frente al gran testero, porque entendereis que no es lo mismo verlo en láminas y fotos que estar frente a él...es sencillamente...sobrecogedor...

Cuando entré en la famosa Capilla me sorprendió la cantidad de gente que allí había metida...si hubieran puesto musica hubiera parecido que estabamos de cotillón!!!...El afán de recaudar lo más que se pueda para el tesoro Papal, hace que los visitantes nos sintamos como sardinas en lata y se nos complica muy mucho la tarea de involucrarnos con un ambiente que debería ser de recogimiento y reflexión.

Creo que no tengo que decir que los videos y fotos en la Capilla están terminantemente prohibidos, por lo que me quedé con las ganas de verme, posteriormente en mi casa, siendo partícipe de un espacio histórico-artístico tan importante y evocador. Por eso utilizo esta imágen de Artehistoria para ilustrar mi spot, aunque recomiendo que busqueis imágenes más pormenorizadas del asunto, pues merece la pena observar todos y cada uno de los personajes.

El Juicio Final es un compendio de cuatrocientos rostros tristes, preocupados y atemorizados por un Dios vengador y castigador, que levanta la mano dando la señal de comienzo al juicio, pero retirando la mirada para no ver lo que ni él mismo puede evitar. La enorme escena sólo se ilumina con la luz tamizada de los ventanales, confiriéndole un dramatismo teatral del que seguro Miguel Angel fue consciente durante el proceso de creación.

A mi modo de ver, la parte inferior del gran fresco concentra la mayor cantidad de crueldad; a la izquierda, los resucitados se elevan, desconcertados y asustados, hacia un destino todavía impreciso pero definitivo; a la derecha, los que ya han sido condenados, que caen sin orden ni concierto sobre la barca de Caronte que los recibe golpeándolos, como para recordarles que su eterna recompensa será el dolor y el sufrimiento por una vida de pecado. Irónicamente la barca flota sobre un agua azul límpida y tranquila, del mismo azul límpido y tranquilo que el cielo.

Es una visión terrible del destino, donde ni siquiera los salvados tienen motivos para mostrar felicidad entre tanto espanto.

Sólo una figura mira al espectador aunque tapándose medio rostro, quizá por miedo o quizá por vergüenza. Parece preguntarnos hacia dónde iría nuestra alma, hacia arriba con los salvados o hacia abajo con los condenados?...Es el único personaje que me hizo reflexionar, porque el resto de la escena era lo que era, la salvación para algunos y la condena para otros.

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