En este blog aparecen algunas imágenes que encuentro por internet que,normalmente, son acompañadas del nombre de su creador. Sólo intento transmitir mi amor por el Arte, pero si alguien no quiere que aparezcan sus imágenes aquí sólo tiene que decírmelo e inmediatamente serán retiradas.

jueves, 8 de septiembre de 2022

EL METODO DEL EXTRATERRESTRE

     Imaginaos que un extraterrestre llegara a la tierra y se diera una vueltecita por cualquier lugar de España... Sin duda, una de las cosas que más llamaría su atención, después de echar un vistazo por nuestras ciudades y pueblos, es la gran cantidad de construcciones que existen para albergar imágenes de hombres, mujeres y niños, a los que se les rinde culto en lugares más o menos grandes, más o menos iluminados, más o menos ricos... Después del primer impacto, al ver que rendimos culto especialmente a uno de nosotros clavado en una cruz de madera y pensar que, como poco, somos unos sádicos, caerá en la cuenta de la gran cantidad de "ídolos" que llenan nuestros templos: Jesús Nazareno, Cristo del Gran Poder, Virgen de La Macarena, La Esperanza, San José, San Pancracio, Santa Lucía, San Judas... La lista es tan enorme que con estos ejemplos os hacéis una idea...

    ¿No sería lógico que calificara nuestra cultura como politeista? Con tantos dioses y diosas llenando nuestros templos, nada les haría pensar que sólo adoramos a un sólo dios todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible... Sólo si tuviera acceso a nuestro lenguaje y nuestras fuentes escritas se daría cuenta que nuestra religión es monoteísta y que todas esas imágenes a las que rendimos culto sólo son "facetas" de un mismo dios o personajes intervinientes de la historia sagrada en la que creemos. !Qué ignorante el pobre extraterrestre! ¿verdad? Por suerte, tendría a su disposición una enorme cantidad de documentación donde puede encontrar explicación a todo lo que ve e incluso a lo que no ve, a la fe cristiana.

Supuesto helicóptero y nave en Abydos
    El "método del extraterrestre" es una manera de enfrentarnos a la Historia y a otras culturas, intentando vaciar nuestro equipaje mental y cultural antes de intentar comprender e interpretar otras realidades alejadas en el espacio y en el tiempo. Somos extraterrestres en Atapuerca, en el Imperio Sasánida, en el Egipto faraónico, ..., y aún así siempre intentamos pasar por nuestro prisma todo lo que sobre estas culturas encontramos, trayendo a nuestro presente realidades totalmente ajenas a nosotros que no van sino a enriquecernos, si nos dejamos enriquecer, y a demostrarnos que ni somos más listos ni estamos más avanzados que nuestros ancestros...

    Os invito a montaros en mi ovni para descubrir otros mundos, todos en este, y os aseguro que os sorprenderán...

domingo, 28 de agosto de 2022

LO QUE NECESITABA SABER SOBRE EL ANTIGUO EGIPTO: Las Dinastías y sus porqués.

    Cuando hablamos de Dinastías a más de uno/a se nos viene a la cabeza la familia Carrington, con esa malísima Joan Colins y la cándida Linda Evas, en un culebrón ochentero que nos hizo flipar con tanta mala baba y tanto glamour, pero que hizo mucho daño en el inconsciente colectivo asociando el término "dinastía" a un puñado de ricos haciéndose la puñeta para hacerse con el dinero y las propiedades familiares. Pues bien, en Egipto también cocían habas, no os lo voy a negar, aunque cuando hablamos de Dinastías en el Antiguo Egipto no está necesariamente ligado a la idea de familia... Vamos a ver porqué...

    Como sabéis la Historia de Egipto se ha clasificado en varios períodos, con una cronología muy controvertida y continuamente puesta en cuestión, que engloban hasta XXX dinastías, más los gobernantes que hubo en el Período Ptolemaico y en Epoca de dominación romana. A continuación os detallo la clasificación que hace Ian Shaw en Historia Oxford del Antiguo Egipto, mi libro de cabecera, para que tengáis una referencia temporal:

- Dinástico Temprano (h. 3000-2686 a.C.): Dinastías I-II.

- Reino Antiguo (2686-2125 a.C.): Dinastías III-VIII.

- Primer Período Intermedio (2160-2055 a.C.): Dinastías IX-XI.

- Reino Medio (2055-1650 a.C.): Dinastías XI-XIV.

- Segundo Período Intermedio (1650- 1550 a.C.): Dinastías XV-XVII.

- Reino Nuevo (1550-1069 a.C.): Dinastía XVIII.

- Período Ramésida (1295-1069 a.C.): Dinastías XIX-XX.

- Tercer Período Intermedio (1069-664 a.C.): Dinastías XXI-XXV.

- Baja Epoca (664-332 a.C.): Dinastías XXVI- XXX.

- Período Ptolemaico (332-30 a.C.)

- Período Romano (30 a.C.-395 d.C.)

    Se lo tedioso que supone estudiar cronologías y más cuando, según el libro que leas, pueden variar los años de cada período en varios siglos incluso, pero no deja de ser interesante ver en qué momento nos movemos y, sobre todo, si se ponen en relación con otros países y otras culturas, cosa que me parece de lo más sugerente y curioso, y que haré próximamente en otro post. Pero volviendo al tema que nos ocupa, ¿de dónde salen estas Dinastías?

    Hay varias fuentes que están ayudando a los expertos a configurar un cierto orden en estos más de 3000 años de Historia, pero sin duda la más famosa es la de Manetón, un sacerdote egipcio del siglo III a.C. que hace una recopilación de reyes que ha llegado a nosotros a través de autores posteriores como Flavio Josefo o Julio Africano. También es muy importante la aportación del conocido como Canon de Turín, un papiro del siglo XIII a.C. que coincide bastante con Manetón. Y junto a estos, las llamadas listas reales, estelas funerarias, registros astrológicos, etc, etc, han ido conformando un largo listado de gobernantes que aparecen agrupados en Dinastías. Sin embargo, como dije al principio, en muchas ocasiones, poco o nada tenía que ver con el parentesco familiar; dentro de una Dinastía podía haber parentesco familiar, o no, y cuando había un cambio de Dinastía, podía haber un cambio de familia, o no... más bien diría que no era algo fundamental... había otros factores más relevantes que el linaje y la consanguinidad que provocaban un cambio de Dinastía, como podía ser el traslado de la capital o el cambio en las creencias religiosas. Vamos a analizar Dinastía por Dinastía, las posibles causas del cambio.

    Tal y como expliqué en ¿Qué había antes de los faraones?, al final de época Nagada, también conocida como Dinastía 0, el centro de desarrollo se había trasladado del Sur (Nagada) al Norte (Menfis), apareciendo una unidad política en torno a la figura del dios-rey por primera vez en la historia de Egipto; este fue Narmer o Nemes (según Manetón), quien parece ser que logró unificar el Alto y el Bajo Egipto. Por lo tanto, durante la Dinastía I el centro de poder estaba en el Norte y se estaba gestando un poder fuertemente centralizado proveniente del Sur.

    El paso a la Dinastía II pudo suponer una asimilación definitiva de esta nueva forma de gobierno y de organización social, lo que por si sólo justifica un cambio lo suficientemente importante. Sin embargo, estamos todavía en un momento algo oscuro arqueológicamente hablando, ya que todavía se ha descubierto muy poco y no hay pruebas que nos hablen de que hubiera algo más reseñable en este Dinástico Temprano, aunque parece que hubo un importante cambio en el culto funerario, que desaparece prácticamente por completo de Abydos, que era el centro de culto funerario más importante hasta ahora, y parece que hay pruebas de su traslado a la zona de Sakkara. Hay que esperar futuros hallazgos arqueológicos... ya lo veremos.

Serekh de Khasekhemuy
    Para el paso a la Dinastía III, no puedo dejar todavía la anterior Dinastía, pues hay algo que no puedo pasar por alto y que a mí particularmente me ha fascinado desde que lo leí (tened en cuenta que soy muy rarita). En esa necrópolis de Abydos que os comentaba antes, se encuentran las tumbas de los dos últimos reyes de la Dinastía II, Peribsen y Khasekhemuy; pues bien, en la tumba de Peribsen se encontró su nombre en un serekh (representación estilizada de un edificio que contiene el nombre del rey) coronado por un chacal, el animal del dios Seth, en lugar del halcón de Horus, como era lo normal, mientras que el serekh de Khasekhemuy tiene los dos, el chacal y el halcón... no os da qué pensar??? Es más que posible que al final de esta Dinastía se viviera un fuerte conflicto religioso, político o ambos, que fuese apaciguado finalmente por Khasekhemuy, quien asimiló en su persona los símbolos de dos de los dioses más importantes de la mitología egipcia que (casualmente???) protagonizan el mito del conflicto por excelencia. El mito de Seth y Horus lo explico en mi post Horus y Ra, ni es lo mismo ni es igual. ¿Fue este mito un reflejo de una realidad histórica? Ahí lo dejo. Además de este posible fin de un importante conflicto, que pudo tener repercusiones en todos los ámbitos de la vida, si por algo se caracteriza la Dinastía III es por el cambio en el paradigma de la tumba, ya que es el momento en que comienzan las grandes construcciones en piedra, las pirámides, cuyo ejemplo más conocido es la pirámide escalonada de Djoser.

Reconstrucción de las pirámides de Gizeh
    En la Dinastía IV, volvemos a encontrar un cambio sustancial en el culto funerario, con la pirámide como modelo plenamente aceptado, pero ahora completado con todo un ideario en torno al dios Ra: orientación este-oeste, templo en la cara este, calzada de acceso con un templo en el valle, etc. Todo el aparato ritual y devocional que generó este cada vez más importante culto al rey-dios, necesitaría de cambios profundos desde el punto de vista político, económico y social que pudieran sustentarlo. No tenéis más que investigar un poco sobre las famosas pirámides de Gizah y todo lo que las rodea, para daros cuenta que fue una inversión tan estratosférica que nuestras hipotecas, que nos parecen faraónicas, se quedan en calderilla.  

Reconstrucción del templo solar de Nyuserra,
en abusir

   

    Para explicar el cambio a la Dinastía V tenemos la suerte de contar con el Papiro Westcar, donde se recoge una historia "mágica" que vino a reafirmar el gobierno de los 3 primeros reyes de la Dinastía, Userkaf, Sahura y Neferirkara, donde se revelan hijos del mismísimo Ra y de una sacerdotisa. Lo que si es un hecho innegable, es que se produce un desarrollo sin igual en torno al culto al dios Ra, multiplicándose los templos en su honor por todo Egipto. Es en esta época donde aparecen los obeliscos, se dice que como representación de los rayos del sol.

    Para la Dinastía VI es fundamental tener el cuenta el Papiro de Turín, ya que sabemos que su clasificación se basa principalmente en el cambio de residencia real y de capital y, además, coincide con Manetón. Es muy posible que Unas (último rey de la Dinastía V) y Teti (primer rey de la Dinastía VI) fueran suegro y yerno respectivamente, con lo que la línea de consanguinidad seguiría en la figura de la esposa real y su descendencia; sin embargo, haciendo caso del Canon de Turín, observamos que aparece una nueva ciudad-capital cercana a la pirámide de Teti, Djet-isuten detrimento de la primera capital fundada en la Dinastía I, al sur de la moderna El Cairo y llamada Muro Blanco o Ineb-hedj, aunque con Pepi I también parece que la capitalidad se desplazó a Menfis (nombre que proviene del nombre griego de Pepi I, Mennefer).

    Para terminar con el Reino Antiguo, las divisiones dinásticas de Manetón son difíciles de explicar. Solo podemos asegurar que, las Dinastías VII y VIII, viven momentos de crisis ideológica debido al declive de la figura del rey y su idea de estado unificado.

Mentuhotep II
    Así comienza el Primer Período Intermedio, con la desaparición de los reyes menfitas y el cambio de la residencia real a Heracleópolis Magna, al menos durante las Dinastías IX y X. El poder está fragmentado entre los diferentes gobernantes locales, al igual que el culto a los dioses, lo que además se traduce en un declive de la cultura faraónica y un mayor desarrollo de la cultura de las capas más bajas de la sociedad.

    La Dinastía XI comienza dentro del Primer Período Intermedio, con Mentuhotep y varios Intef, que gorbiernan todavía desde Tebas, hasta que Mentuhotep II vuelve a centrar el poder en la figura del rey, restringiendo el de los nomarcas que habían dividido el país, y reunifica de nuevo Egipto.

    Con la Dinastía XII vemos claramente aquello que os decía de que el cambio de Dinastía no estaba ligada necesariamente a la familia, ya que el rey que encabeza la lista de ésta, Amenenhat I (Ammenemes) fue posiblemente un visir de Mentuhotep II, "favorecido por los dioses" y con gran apoyo del pueblo y del ejército. Gracias a dos milagros que sucedieron durante su expedición al Wadi Hammamat, además de "La profecía de Neferti", se reafirma su ascenso al poder absoluto. Amenenhat cambia la capital de Tebas a Itjawy, en Fayum.

    Al final del Reino Medio, con las Dinastías XIII y XIV, comienza una larga lista de reyes efímeros, de linajes diferentes y que, posiblemente, conviven en el tiempo durante ambas Dinastías. Se sigue manteniendo Itjawy como capital, hasta que Nehesy, un alto funcionario, asume categoría de rey y proclama capital del Delta occidental la ciudad de Xois.

    Y así llegamos al Segundo Período Intermedio, otra época de inestabilidad y desunión en todo el valle del Nilo, con una manifiesta rivalidad entre el Alto y el Bajo Egipto, que desemboca en la famosa batalla entre Tebas y Avaris y divide la Dinastía XV, con soberanos hyksos, y la Dinastía XVI (contemporáneos a la Dinastía XV) y XVII, con soberanos tebanos, conviviendo ambos en un momento en el que los valores militares determinaban el liderazgo.

Akhenaton


Hatshepsut
  En la Dinastía XVIII nos enfrentamos a una gran cantidad de soberanos y acontecimientos que bien podrían haber sido protagonistas de diferentes dinastías, sin embargo, inexplicablemente, todos se engloban en una sóla, una de las más ricas e interesantes según mi opinión. Todo comienza con la reunificación de Egipto bajo el reinado de Ahmose, hecho éste lo suficientemente importante como para justificar el comienzo de esta Dinastía sino fuera porque, durante los más de 500 años que dura, la capital cambia varias veces, hay sustanciales modificaciones en la religión y en los cultos a los dioses y al faraón y hay protagonistas tan sumamente significativos y rompedores como el mismísimo Amenhotep IV, más conocido como Akenatón, o mi admiradísima Hatshepsut. El único motivo que justifica que toda la amalgaba de reyes, reinas y acontecimientos estén unificados bajo una única Dinastía es que hay una continuidad familiar, de consanguinidad, muy fuerte.

    Pero de nuevo se romperá esta sucesión familiar del poder con la figura de Horemheb, militar de enorme importancia y regente del joven Tutankamón, que gobernó durante los últimos años de la Dinastía XVIII y nombró su sucesor a Ramsés I (Paranessu), primer faráon ramésida de la Dinastía XIX. Toda esta dinastía va a estar legitimada en base al dios Seth como antepasado y, aunque empieza con militares, prácticamente toda la Dinastía XX estará formada por descendientes de Ramsés III. Además, parece ser que en el paso de la Dinastía XIX a la XX, "fuerzas del exterior" intentaron hacerse con el poder durante un corto período de tiempo, hasta que Sethnakht (fijaros cómo se legitima incluyendo en su propio nombre al dios) restableció de nuevo el orden.

Ramsés II es bendecido por Seth y Horus, en el templo de Abu Simbel

Triada de Osorkon II
    
Con el Tercer Período Intermedio los egiptólogos se encuentran con el enorme problema de que no existe ninguna lista real que incluya de las Dinastías XXI a la XXV, teniendo sólo como guía a Manetón. Los cambios de una Dinastía a otra son muchos y muy variados, aunque es difícil concretar en cada una de ellas por la falta de fuentes fidedignas, pero en general es un período de importantes cambios en todos los aspectos, con un gobierno descentralizado, dividido en varios centros locales de poder, y un flujo permanente de no egipcios, sobre todo libios y nubios, que iba cambiando el perfil poblacional continuamente. De esta manera, las Dinastías se solapan unas a otras, debido a la existencia de dos soberanos diferentes en el norte y en el sur, estando la Dinastía XXV protagonizada por reyes nubios.

    Y llegamos finalmente a la Baja Época. A grandes rasgos, tenemos un cambio de capital hacia el oeste del Delta, en Sais, por lo que la Dinastía XXVI es más conocida como "Dinastía saíta"; la Dinastía XXVII, es más conocida por ser la correspondiente a la "Primera ocupación persa"; durante la Dinastía XXVIII y primera mitad de la Dinastía XXX, se dió un largo período de independecia egipcia; y finalmente, la segunda mitad de la Dinastía XXX, Egipto vivió su "Segunda ocupación persa".

    Los períodos ptolemaico y romano no contemplan dinastías, sino una simple sucesión de gobernantes que, al menos durante la ocupación griega, quisieron asimilar el rol de faraón, continuando con toda su parafernalia política y religiosa... pero eso ya es otro tema y este post ya se ha alargado demasiado...

Serpiente Apep, en griego Apofis


jueves, 9 de diciembre de 2021

SENSACIONES XXXV


Es increíble cómo cambian los pensamientos según el lugar donde estés... Párate a pensar. Si has estado en una ciudad monumental y artística como Roma, Florencia o Viena, notas como todo tu ser se transforma e irradia sensibilidad, haciendo q te sientas feliz y orgullos@ de formar parte de esta humanidad, que es capaz de pensar y materializar las pasiones más recónditas del alma. Cuando, sin embargo, te pierdes en medio de la naturaleza, en parajes arbolados, montañosos, con riachuelos q rompen el silencio del lugar, tu alma siente paz y deseas la soledad de esa perfección inhumana, a la q jamás llegarás en ninguna ciudad. Y qué me decís del mar? No hay lugar mejor para sentir bienestar físico y mental como un asiento en primera fila frente a esa ingente masa de agua que va y viene hacia tí, construyendo rizos de sal q chocan en las rocas o se deshacen por el camino intentando alcanzar la orilla...
Yo al menos no soy la misma aquí que allí, con mar o con piedras, con sol o con nubes... contigo o sin tí... 

martes, 23 de noviembre de 2021

SENSACIONES XXXIV

Lucio Fontana, Concepto espacial (1962)


    Hace un tiempo leí por ahí que la felicidad también debería dejar cicatrices, como las penas, los desengaños y las caídas en el patio del colegio jugando a pillar, y así podríamos recrearnos también en ellas de vez en cuando, del mismo modo que lo hacemos en épocas de bajón anímico en esas cicatrices profundas y feas... Pero no... Hay que hacer un esfuerzo para recordar los buenos momentos y las sensaciones que nos invadieron mientras los vivíamos... 
No es justo... Pero la vida no lo es...


martes, 16 de noviembre de 2021

REMINISCENCIAS EN EL CAFE

 
La autómata (1927), Edward Hopper
    El simple olor a café de esta mañana me ha llevado a recordar aquellos tiempos de café estudiantil, cuando saboreaba ese aguachirri desatrancador de cañerías, mientras el bullicio del garito me recordaba que era una entre un millón, una más intentando ser alguien en la vida, otra pipiola que cree tener tanto tiempo por delante que parece infinito. El simple olor a café de esta mañana me ha llevado a recordar aquella sensación de poder hacer todo lo que me propusiera y que siempre iba a tener tiempo para hacerlo... 

    Mientras daba el primer sorbo abrasador a la taza, eché de menos sobre la mesa aquella carpeta del grosor de un adoquín llena de apuntes, apuntes a boli, con letra ilegible, entre taquigráfico y jeroglífico, que me convirtieron durante años en experta en epigrafía.

    El sabor a café en mi boca me ha sabido a aquellos besos ingenuos, en los que se me iba la vida en cada uno de ellos, y que rememoraba en mi cabeza una y otra vez en la soledad de mi cama de 90cm, en la que cabían fantasías kilométricas que me hacían estremecer en la oscuridad.

    Y terminando el café añoro ese "otro cafelito?" que hacían eternas las tardes de tertulia donde se arreglaba el país, la educación, el conflicto con una amiga, o aparecían nuevos problemas que hacían necesario quedar ese fin de semana para pegarnos una juerga y olvidarlo todo...

    El simple olor a café me ha recordado todo eso... pero ya no me sabe igual.

lunes, 15 de noviembre de 2021

LO QUE NECESITABA SABER SOBRE EL ANTIGUO EGIPTO: ¿Qué había antes de los faraones?

    Muchos entendidos en la materia coinciden que nuestros ancestros más lejanos provienen del continente africano, concretamente de la zona del Valle del Rift, formado por el movimiento de las placas tectónicas que hicieron que las características ambientales modificaran el hábitat al norte y al sur de este accidente geográfico, siendo uno más duro que el otro para sobrevivir, lo que hizo que esos primeros homínidos tuvieran que buscarse la vida en otro sitio... y empezó la conquista del planeta... Esto que he resumido en pocas líneas sucedió durante cientos de miles de años, con muchos matices, con muchas incógnitas y con muchos "peros", en los que no me voy a meter porque lo que nos interesa es que, muchos miles de años después y mucho más al norte, el hombre nos dejará pruebas de que ya andaba por allí, a los pies del Nilo, en un paraje que dista bastante de lo que hoy conocemos.

    La transformación que el Valle del Nilo ha sufrido desde el Paleolítico (hay quien lo aleja hasta el 700000 a.C.), ha hecho que las pruebas materiales del paso de los primeros humanos sean muy pocas: algunos choppers y lascas, que no pueden fecharse por encontrarse descontextualizados; hachas de mano, provenientes de unos erosionados yacimientos achelenses; núcleos, lascas y hojas levallois; hasta que llegamos a época neolítica y se comienza a encontrar una cerámica tosca y sencilla, junto a herramientas líticas y pruebas de asentamientos y vida comunitaria en zonas que, posteriormente, van a ser fundamentales en la Historia de Egipto. 

    Pero en mi opinión la cosa se pone interesante a partir del 5000 a.C., con lo que se conoce como "Cultura Badariense", cuyo nombre proviene de la región en la que se desarrolló, la región de El Badari. ¿Y por qué creo que es interesante? Pues porque es la primera vez que se puede atestiguar la agricultura en Egipto!!! Y ya sabemos lo que conlleva que haya agricultura: asentamientos permanentes, aparición del comercio, desarrollo cultural, etc, etc, etc... Aunque no se han encontrado restos de asentamientos permanentes, muchos expertos en la materia piensan que es muy probable que los hubiera en la llanura de inundación y que, con el paso de los siglos, sus restos han sido arrastrados y enterrados bajo el aluvión del potente Nilo. De lo que sí hay constancia es de asentamientos de corto período de ocupación y campamentos "estacionales", que eran usados para cazar y para mover el ganado. Además hay que añadir la multitud de herramientas y artefactos que forman parte de su cultura material y que los hacen tener unas características propias, de las que considero son más destacables tres:

- La cerámica, de superficie "ondulada" (arañada con un peine y luego pulida), recipientes carenados y con color amarronado que se oscurece en la parte superior (el color negro se debía a que se cocían boca-abajo, y esa parte era la que más se calentaba y, por tanto, se oscurecía).

- Figurillas femeninas de arcilla y marfil, en las que se empiezan a atisbar rasgos de la característica escultura egipcia, como es el hieratismo y la frontalidad.

- Las paletas de grauvaca, paletas de maquillaje que empiezan a ser populares en este momento, aunque por ahora tienen formas simples, rectangulares u ovaladas.

    Y no podemos olvidarnos de la mejor fuente de información arqueológica de Egipto: los cementerios. En la cultura badariense los enterramientos se encuentran dentro del asentamiento, formando parte de la vida diaria y normal de la comunidad; se encuentran agujeros en el suelo, con el difunto en posición fetal sobre una estera, con la cabeza hacia el sur y mirando al oeste... ese oeste tan significativo para la simbología funeraria egipcia. Lo que me resulta más curioso, es que no se ha encontrado ni una sola tumba de niños, lo que daría para multitud de conjeturas en las que mejor no entrar. En cuanto al ajuar que acompaña a los difuntos, nos habla de mayor o menor riqueza de la persona en cuestión, sin embargo no demuestra que haya diferenciación social, es decir, tenía más o menos que su vecino, pero no era más o menos que él, es decir, era una "sociedad" igualitaria.

    Pero a partir del cuarto milenio a.C., posiblemente conviviendo en el tiempo con el Badariense, comienza el Período Nagada, algo más al sur, y con él se consigue afinar mucho más la cronología de este período del Antiguo Egipto gracias a Flinder Petrie, que estableció el sistema conocido como "sequence dates" a partir de la forma y decoración de los recipientes cerámicos encontrados en un cementerio... con más de 3000 tumbas!!! En base a esta clasificación, podemos hablar de 3 períodos o etapas dentro del Nagada:


1. Nagada I o Amraciense (4000-3500 a.C.), al sur de El Badari, en el sitio de El Amra.

2. Nagada II o Gerzense (3500-3200 a.C.), en el sitio de Gerza, cerca del oasis de El Fayum, aunque en este período hubo una importante expansión hacia el norte (extremo oriental del delta) y hacia el sur (Nubia).

3. Nagada III o Predinástico o Dinastía 0 (3200-3000 a.C.), hay una clara diferenciación entre el Alto y el Bajo Egipto, pero empieza el camino hacia la unificación

    Os recomiendo que tengáis un mapa cerca para ir viendo la evolución de la historia de Egipto, ya que os va a facilitar mucho la compresión de la magnitud de lo que ahí se estaba cociendo... 

    Comenzamos Nagada I con la cerámica, como no puede ser de otro modo, y nos encontramos que los recipientes van teniendo una decoración que antes era inexistente, que va desde formas geométricas y vegetales a dibujos de animales y figuras humanas, aunque se siguen encontrando piezas del badariense, lo que nos hace suponer que convivieron en el tiempo ambas culturas y hubo ciertos intercambios "comerciales" entre ellos. Son muy interesantes también las estatuillas funerarias, que ya existían en el Badariense, y que ahora a menudo aparecen como único ajuar; seguimos viendo el énfasis en los rasgos sexuales masculinos y femeninos, pero además aparece la barba, puntiaguda, quizás ya como símbolo de poder, pues posteriormente será un elemento que sólo aparecerá en la representación de reyes y dioses. Estudiando tanto la cerámica como estas estatuillas, nos damos cuenta de algo: los ajuares, aunque sencillos en su mayoría, son cada vez más sofisticados, más "exclusivos", es decir, son objetos hechos por y para el enterramiento, no para su vida diaria, lo que nos lleva a pensar que existe una cada más incipiente especialización en su manufactura, debido seguramente a las cada vez más incipiente demanda. Todo esto nos habla de una sociedad cada más estructurada, diversificada y con tendencia a la jerarquización.

    En Nagada II hay que destacar dos hitos importantes y diferenciadores: por un lado, la expansión al norte y al sur; por otro, los enterramientos. En lo que respecta a estos últimos, hay un enorme desarrollo tanto en lo que respecta a las tumbas en sí, ya que son más grandes, con diferentes tipos de tumbas y de ataúdes, como en los ajuares y rituales, más ricos y complejos; incluso se han encontrado los primeros intentos de momificación, a base de tiras de lino que envolvían los cuerpos, en una tumba doble de Adaima. La cerámica es ahora color crema, con los dibujos en ocre, y el tema estrella es el barco, símbolo de categoría social. Pero sobre todo el barco va a ser el mejor medio de transporte en una cultura cada vez más amplia, geográficamente hablando, con el Nilo como vía fundamental de su desarrollo. Tanto es así, que en estos años se desarrollan 3 grandes centros urbanos, unidos por los mismos rasgos culturales: Abydos, Nagada y Hieracómpolis... os suenan??? Pero no se van a quedar sólo en esa región del Sur... mucho más al norte, muy cerca del actual El Cairo, se estaba desarrollando al mismo tiempo la ciudad de Maadi, y mas al norte, en el Delta del mítico Nilo, la ciudad de Buto. Ambos núcleos muestran unas peculiaridades muy diferentes a las ciudades del Alto Egipto, pero hay pruebas que evidencian la comunicación entre ambas zonas, como es la cerámica Nagada y objetos muy significativos como las paletas de grauvaca (que servían para el maquillaje), con relieves y formas animales, o las cabezas de maza piriformes, símbolo de poder que llegarán a época faraónica.

Maza del Rey Escorpión
Paleta de grauvaca









    Todo esto que os cuento de manera tan resumida nos lleva a Nagada III, donde la jeraquización de la sociedad se ha hecho ya incuestionable, y cuando las diferencias entre el Alto y el Bajo Egipto eran tan evidentes, y al mismo tiempo era tan evidente la conveniencia de reunirlos bajo un único mando que, en algún momento entre el 3200 y el 3000 a.C., se produjo la famosa unificación de Egipto... por algo se conoce también como Dinastía 0. Se puede decir que fue el Alto Egipto la cuna del poder real, donde se rendía culto al rey muerto (en Abydos) y al rey vivo (en Hieracómpolis), cuyo símbolo ya era el dios Horus. Nos encontramos ya los primeros vestigios de la lengua egipcia temprana, en pequeñas etiquetas que representan los primeros jeroglíficos, y que servían para identificar quizá la procedencia del contenido de las vasijas. Los excedentes de la agricultura servían para realizar intercambios comerciales incluso con algunas regiones del Líbano, pero nada comparado con el enorme desarrollo comercial que vivían en el Bajo Egipto, donde hay vestigios de relación con gran parte de Asia y otras regiones del Mediterráneo. Este es uno de los motivos por los que el control del dios-rey se extendió hacia el Norte, originándose nuevas ciudades como centros administrativos del Estado. No se sabe a cienca cierta cómo se llevo a cabo esa unificación entre el Alto y el Bajo Egipto, aunque tenemos algunos vestigios materiales que pueden estar hablándonos de una transición belicosa: la Paleta de Narmer, la cabeza de maza de Narmer y la cabeza de maza del rey Escorpión.


    En la famosa Paleta de Narmer, vemos al rey por un lado con la corona blanca del Alto Egipto, levantando su maza sobre un enemigo, mientras que por el otro lado Narmer aparece con la corona roja del Bajo Egipto, pasando revista a sus enemigos decapitados. Observamos ya elementos que van a formar parte durante muchos años del ideario faraónico: la maza, las coronas, el halcón, el enemigo sujeto por el rey y  pisoteado por el toro, la cabeza de Hathor... Comienza la época de los faraones!!!

    


domingo, 17 de octubre de 2021

LO QUE NECESITABA SABER SOBRE EL ANTIGUO EGIPTO: ¿De qué va esto?

    Tengo que reconocer que nunca me había planteado la Historia de Egipto ni más allá ni más acá de su período de esplendor faraónico, es decir, ni me había interesado sobremanera la prehistoria de esta zona de Africa, a pesar de lo interesante que es este continente al respecto, ni me atraía el Egipto de la Baja Epoca, el ptolemaico, ni el romano. Lo confieso... siempre me he dejado llevar por el misterio de sus jeroglíficos, sus pirámides y sus templos, desde un punto de vista artístico y, porqué no reconocerlo, mágico.

Si... esto también es una escultura egipcia
    Pues bien, estoy aquí para reconocer este error imperdonable para una Historiadora del Arte, que ha dejado de lado el contexto, que es parte fundamental de la interpretación, para embriagarse con los colores, las formas y las dimensiones de lo que el paso del tiempo nos ha legado de esta fascinante y (super)desconocida cultura.

    Para compensar este agravio, he decido compartir y divulgar, a todo el que quiera escuchar, unas breves (o no tan breves) notas sobre la Historia del Egipto Antiguo, para que veáis que Egipto no empieza ni acaba con las pirámides, Tutankamón y Nefertiti. Los post se llamarán "Lo que necesitaba saber sobre el Antiguo Egipto" y el título se completará con el tema a tratar. El primero lo tendréis disponible muy pronto.

    Pido perdón de antemano, porque mi idea para no aburrir al personal es escribir varios post desglosando diferentes temas que, en conjunto, os pueden ayudar a tener una compresión global del contexto histórico que rodea a todos esos monumentos, esculturas y obras de arte, pero no puedo poner plazos de publicación porque todavía tengo que invertir muchas horas en trabajar para pagar el recibo de la luz y mi tiempo libre es limitado. 

    Y termino anticipándome a futuros comentarios: Todo lo que leáis en mis post es discutible, puede estar equivocado y/o incompleto (lo que se hace extensible a toooodo el blog), por lo que todos vuestros comentarios serán recibidos con mucho agrado si son constructivos, no destructivos... si no aportas, aparta! Espero recibir muchos comentarios con sugerencias de libros, web, etc, con aportaciones interesantes y, sobre todo, de gente locamente enamorada de Egipto...

Como dice Nacho Ares, Egiptolocos!

    

domingo, 11 de abril de 2021

La Ciudad "Perdida" de Luxor que no estaba tan perdida...

Una de las momias trasladadas
Esta semana ha saltado a todos los medios de comunicación la noticia del descubrimiento de lo que llaman "La Ciudad Perdida de Luxor", que califican como el hallazgo más importante desde la tumba de Tutankamón. En un principio, me asombró muchísimo, pues no tenía conocimiento de que se estuviera realizando ninguna excavación de esa magnitud, pero ya estoy acostumbrada desde hace unos años a estos golpes de efecto por parte de las autoridades egipcias, que no dejan de anunciarnos cada "X" tiempo alguna noticia o hallazgo extraordinario. Recordemos que el día 3 de este mes, presenciamos atónitos el traslado de las momias más importantes al nuevo Museo de El Cairo y, a principios de año, se anunciaba también a bombo y platillo los sorprendentes nuevos hallazgos en la necrópolis de Saqqara... Minucias, en comparación con el "descubrimiento" de una "Ciudad Perdida"... Descubrimiento??? Perdida???

Entre las informaciones que buscaba en los medios digitales y en televisión, encontré una entrevista a un arqueólogo español que trabaja en Luxor, llamado Jose Manuel Galán, y que, por fin, daba referencias acerca de la localización de esta "Ciudad", muy cerca de los Colosos de Memnón, en un lugar de continuo paso de turistas, por donde él mismo pasaba todos los días... En otro lugar leí que parecía que estas construcciones se expandían hacia Deir el-Medina, la ciudad de los artesanos que trabajaban para el Valle de los Reyes... y con toda esta información, me fui a Google Maps y comprobé que, a pesar de que las imágenes aéreas no son demasiado buenas, si que se intuye una zona muy prolífica en yacimientos arqueológicos, con multitud de monumentos importantes y, sobre todo, un lugar muy propicio para la existencia de una ciudad.


Entonces pensé, ¿de verdad no sabían que ahí había unos restos arqueológicos de magnitud suficiente para llamar la atención de alguien? Y buscando y buscando, al final, encontré la respuesta... una respuesta que no se ha difundido lo suficiente y que ha sido obviada por el mismísimo Zahí Hawass, que ha llegado a decir "muchas misiones extranjeras buscaron esta ciudad y nunca la encontraron". Admiro profundamente a Hawass y quiero pensar que estas declaraciones han sido malinterpretadas o fruto de un desconocimiento de las fuentes europeas, pero el caso es que esta ciudad si que estaba ya encontrada... desde los años 30 del pasado siglo XX nada menos!!!

Fue gracias a las redes sociales que encontré a Laura, una joven egiptóloga que comparte con todo el que la quiera escuchar sus conocimientos sobre el Antiguo Egipto, y que os recomiendo la sigais en instagram y youtube porque es muy ameno escuchar sus explicaciones. Laura fue quien sacó a la luz el hecho de que este yacimiento no ha sido descubierto, sino "redescubierto" en la actualidad, y ha compartido la publicación que lo demuestra, fechada en 1936, a manos de Alexandre Varille, donde habla del Templo de Amenhotep III y ya hace referencias a esta ciudad, que la califica de "villa" y no de ciudad, con hallazgos tan interesantes como multitud de piezas cerámicas, hornos, etc. En este libro, incluso se aportan fotografías de la época donde podemos ver cómo estaba en ese momento los restos arqueológicos y, desde luego, no estaban ni mucho menos enterrados bajo al arena, sino que podían verse perfectamente. 


Fotografía de Varille de 1934

Fotografía de elplural.com actual



Entonces, ¿nos ha engañado Zahi Hawass y los medios de comunicación? No me atrevería a decir tanto, pero si que es cierto que han omitido información. Hubiera sido más honesto explicar que desde septiembre han estado "re-excavando" un yacimiento del que ya se tenían noticias con anterioridad, pero ha sido ahora, por supuesto con la inestimable colaboración de mi admirado Hawass, cuando se ha "re-descubierto" y estudiado como se merece. Sin embargo, nada de esto le quita ni un ápice de su importancia, ni por supuesto del gran mérito que tienen el equipo de investigadores y arqueólogos que están trabajando aquí, pues han sacado a la luz un asentamiento que escondía muchas sorpresas, hasta el punto de calificarla como "la Pompeya de Egipto". Espero ansiosa las publicaciones sobre los hallazgos, que van a arrojar mucha luz sobre la desconocida vida cotidiana de los egipcios de a pie, esos que, como tu y como yo, son anónimos, pero que con sus pequeñas historias han construido esa Gran Historia que es tan necesaria conocer.


lunes, 7 de diciembre de 2020

Lo que nos estamos perdiendo sin saberlo

No soy quién para juzgar, ni mucho menos denunciar, las malas decisiones de nuestros gobernantes, y eso que hay tanto, pero taaanto de lo que quejarse, que ya lo tenemos como algo cotidiano y totalmente asumido, quedando como único consuelo el archiconocido "derecho al pataleo", que no sirve de nada y a mi, sinceramente, no me hace sentir mejor. En el tema que ocupa este post, está el agravante de que es algo que la gran mayoría de cordobeses ni conoce, ni denuncia, ni patalea, es más, les da igual, porque ya están cansados de que "se haga un agujero y salgan piedras", sentimiento que yo siempre he achacado a la falta de educación patrimonial, cultural e histórica, y se ve reforzada por la falta de "empatía arqueológica" de las constructoras y de la administración pública, que van a lo que van y encima nadie les para los pies. Porque no nos engañemos, esas catas que se realizan previas a la construcción de un edificio, son migajas que se han conseguido de la administración, con las que mantienen entretenidos al humilde sector de la arqueología de nuestra ciudad, inexplicablemente insignificante, comparado con la riqueza que nos rodea sobre y bajo nuestros pies. 

Mi frustración se agrava cada vez que voy a dar un paseo por estas zonas nuevas que están haciendo que Córdoba crezca hacia el oeste, rodeando esa ronda tan necesaria (es indiscutible) y al mismo tiempo tan fértil, en cuando a hallazgos arqueológicos se refiere, aunque interese más el beneficio económico que las miles de viviendas de obra nueva están generando. Yo suelo pararme a contemplar y a hacer fotos de lo que allí va apareciendo y, por esa curiosidad mal-bien-sana que tenemos los seres humanos, atraigo las miradas de más gente, que se paran también a curiosear sobre aquello que merece ser fotografiado. Algunos se apartan rápido al comprobar defraudados que lo que estoy mirando y fotografiando son sólo piedras, pero otros se detienen a mirar, incluso a VER, que lo que allí hay es algo importante, que habla de nosotros, de cómo éramos, de cómo vivíamos, incluso alguien ha llegado a decirme: "es impresionante, verdad?", a lo que yo sorprendida he contestado: "mucho, pero va a desaparecer", y creo que con esa respuesta le lancé un pequeño dardo de pesimismo que hizo remover un poco su conciencia cordobesa... o eso quiero pensar.

Quiero compartir aquí algunas de esas últimas fotos que he hecho, en concreto en uno de los solares de la Calle Escritora Elena Quiroga, que corre paralela a la Ronda Oeste, muy cerca de los campos de futbol del Open Arena. Por mucho menos de lo que se ve en estas fotos, en otras ciudades han montado un parque arqueológico, aunque yo me conformaría con que no se destruyeran estos hallazgos y se construyera sobre ellos, poniendo en práctica algunas de las soluciones arquitectónicas que ya se han usado en otros casos... Querer es poder.



Calle, viviendas y conducción de agua residual

Esquina inferior izquierda, letrina? pozo ciego?

Canalización de atanores que desembocan
en algún aljibe

Canalización de agua

Dos brocales de pozo muy cercanos

Obsérvese el pavimento con diferente piedra

Canal de desagüe y canalillos secundarios


miércoles, 25 de noviembre de 2020

Ya era hora: recuerdo de mi viaje a Egipto

Estaba aquí matando el tiempo de mi último día de vacaciones, donde me permito el lujo de perder algo de tiempo en pensar banalidades y en empezar cosas que nunca acabaré, como es costumbre en mí (la peor costumbre que tengo en mi opinión), pensando en todo este 2020 tan anormal en todos los sentidos, y recordando mi última escapada viajera a Bilbao, allá por el mes de febrero, cuando ya se empezaba a tener al coronavirus hasta en el sopa, pero no lo suficiente como para evitar que viajáramos por placer... aunque sólo dos semanas después estábamos ya confinados... 

Sala de Richard Serra
Pues estaba recreándome en una visita mental por el Guggenheim y sus alrededores, recordando las sensaciones que tuve al ver el edificio de F. Gehry, buscando todas las perspectivas que podía y que parecían no tener fin, como ocurría con la enorme sala dedicada a Richard Serra, cuyas piezas ya por sí solas sorprenden por su magnitud, aunque no fue menos sorpresa la que experimenté recorriéndolas por dentro y por fuera, porque no sabes si son esculturas o arquitecturas, pero lo que sí te das cuenta enseguida es que son auténticas máquinas temporales/espaciales donde pierdes la noción del tiempo y el espacio como si te engulleran y te escupieran en otra dimensión... simplemente hay que experimentarlo...

Y, recreándome en este pensamiento, inevitablemente me trasladé a Egipto y a sus pirámides, donde tuve la misma sensación de enormidad desde que las ví desde lejos, asomando entre los altísimos edificios de El Cairo, e igualmente perdí la noción de tiempo y espacio conforme iba adentrándome en la Gran Pirámide de Keops... Y entonces he caído en la cuenta de que... no he hecho ninguna entrada sobre mi viaje a Egipto!!! Un viaje incansablemente pedido a los Reyes Magos, a los Hados, a Horus, al calvo de la lotería de Navidad... el viaje de mis sueños... 

¿Por qué no he escrito nada sobre El Viaje? Hace ya año y medio que visité buena parte de "Kemet" y pisé "Deshret", navegué por el Nilo y me perdí (literal) en el famoso Museo de El Cairo. Pues, después de madurarlo durante todo este tiempo, voy a confesarlo de una vez por todas... me decepcionó. Me duele reconocerlo no sabéis cómo, pero fue así. 

Conforme trascurrían los días e iba visitando más y más sitios, la sensación que me quedaba al final del día, además de un enorme cansancio por lo apretado de los horarios y lo poco que nos dejaban dormir, era que no estaba siendo lo que esperaba. Pero, ¿qué esperaba? Era un viaje tan ansiado, tan imaginado, tan leído y estudiado, tan deseado, que las expectativas estaban demasiado altas y, sólo si me hubiera topado con el mismísimo Tutankamón, hubiera sentido que estaba en mi Egipto soñado. Visité todos los sitios emblemáticos del antiguo Egipto, desde Luxor hasta Asuán, desde el Valle de los Reyes hasta el Templo de Philae, y vi en vivo y en directo todo lo que había visto mil veces en fotografías. Precisamente por eso el factor sorpresa estaba totalmente ausente en mí y asistía, en parte un poco celosa, a las ostentaciones de asombro que hacían mis compañeros de viaje.

Lo qué si me sorprendió, y mucho, fue el crucero por el Nilo, que acepté resignada por ser la manera más fácil de trasladarnos de un lugar a otro, aunque tuviera que ceñirme a un itinerario previamente preconcebido y, tengo que reconocerlo, necesario para poder viajar a este país. Pensaba que el tiempo que iba a pasar en el crucero sería tiempo perdido, malgastado, y sin embargo las horas que pasé en cubierta han resultado ser las más inolvidables; subíamos contracorriente río arriba, por lo que la navegación era relativamente lenta, y permitía ir admirando el paisaje cambiante, ahora verde, ahora amarillo, ahora la nada, ahora el todo, animales, seres humanos, aves, vacas, niños bañándose, un hombre arando el humedal, una pequeña choza, un poblado con un alto minarete... precisamente al pasar por estos pequeños pueblos, con uno o varios minaretes, la atmósfera se tornaba mágica cuando, entre esa luz tan especial que ilumina las riberas del Nilo, se colaba la llamada del almuédano y sus oraciones resonaban en la lejanía como voces antiguas, haciendo que todos los viajeros de aquel crucero automáticamente guardáramos silencio sobrecogidos... era pura magia.

Del mismo modo que he leído una y otra vez sobre esos maravillosos templos que salpican todo el valle, también había leído sobre la maravillosa experiencia de navegar por el Nilo, pero por muchas fotografías que veas, tienes que vivirlo. Y a pesar del sentimiento de decepción que me traje de "el viaje de mis sueños", no tengo ninguna duda que tengo que volver a surcar las tranquilas aguas de Happi.